Olivar, vol. 16, nº 24, diciembre 2015. ISSN 1852-4478
Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Centro de Estudios de Teoría y Crítica Literaria

 

ARTICULO/ARTICLE

 

Presentación: La memoria histórica de la mano de Manuel Rivas

 

 

Fátima López López Pielow

Bergische Universität Wuppertal
flopez@uni-wuppertal.de
Alemania

 

 

En mayo de 2014 se celebró en la Universidad de Wuppertal (Alemania) un Coloquio internacional centrado en el tema de la memoria histórica en la obra y en la persona de Manuel Rivas (A Coruña, 1957), y digo también en la persona dado que tuvimos el inmenso placer de que el autor estuviera presente en nuestro evento y que, por la noche, pudiéramos seguir disfrutando de su presencia en la Bienal de Literatura que también tuvo como tema nuclear la memoria histórica. Con tal motivo, se reunieron en la ciudad de Wuppertal toda una serie de especialistas venidos de España, Argentina, a la vez que alemanes y también españoles afincados en el país germano para tratar el tema de la reconstrucción de la memoria de la Guerra Civil y del Franquismo en la obra de Manuel Rivas.

Para dar cuenta de un marco general en el cual se encuadra el tema de la memoria histórica focalizado aquí en la obra de Manuel Rivas, empezaremos señalando que en la década de los 90 asistimos a un verdadero resurgimiento del tema en cuestión. De esta manera, y por doquier, se agolpaban en las mesas y en los escaparates de las librerías españolas numerosas novedades editoriales que tenían como tema principal la reconstrucción de la memoria de la Guerra Civil española y de la posguerra. La literatura venía a cubrir así un espacio en relación a la narración de estos sucesos traumáticos que hasta este momento había sido predominio casi exclusivo de la historia. Ha sido el mismo Rivas quien ha afirmado que la imaginación puede ir más allá de la búsqueda histórica y que la literatura tiene el poder de traspasar lo inaccesible pero sin perder el principio de realidad. Al respecto, solo tenemos que pensar en el suceso de la quema de libros ocurrido en la dársena de A Coruña en el año 36. Si muchos coruñeses nos enteramos de este suceso, fue precisamente por la novela de Rivas. Esto nos demuestra que sí existe un camino paralelo entre la literatura y la historia, es más, la literatura puede llenar los vacíos que deja la historia. Al mismo tiempo, la literatura daba la palabra a todos aquellos que por unas razones u otras no habían tenido la oportunidad de dar cuenta de su historia personal. De esta manera, se parte de una memoria biográfica, personal pero con una dimensión colectiva. Como ya ha sido señalado por Raquel Macciuci el escritor a finales de los años 90 se convierte en un intérprete de las voces del pasado. Según la profesora Macciuci han sido el afán cognitivo y la obligación moral los dos elementos que se han constituido en piedras de toque para toda esta generación de escritores de los años 90, entre los cuales también se encuentra Manuel Rivas, en cuanto al resurgimiento del tema de la memoria histórica. De este modo, nos sale al paso lo afirmado por el mismo autor, es decir, que la escritura es un ejercicio de expresión estética que conlleva una ética. Así, nos encontraremos con una de las características más importantes de la narrativa rivasiana y sobre la que reposa gran parte del éxito de libros como ¿Qué me quieres, amor?, El lápiz del carpintero, y Los libros arden mal, como es precisamente el hecho de que Rivas haya dado la palabra a los vencidos, a los que precisamente por ser tales, fueron soslayados y abocados al silencio. Al mismo tiempo, se hace hincapié en el hecho de que ese pasado se recuerda y se analiza para entender el mismo presente. Es decir, tal y como ya ha sido afirmado por Paloma Aguilar, el hecho de recordar nos es útil para entender nuestro mismo presente.

De esta manera, en este monográfico de Olivar nos encontraremos que toda la serie de artículos que conforman el mismo abordan con una rica variedad de perspectivas teóricas y enfoques críticos todos estos aspectos acabados de mencionar que conforman el espacio del tema de la memoria histórica y que ahora veremos tratados en el ámbito de la narrativa del autor gallego. A continuación, sigue una breve presentación de las diferentes líneas de investigación propuestas en las distintas contribuciones a modo de pequeña guía de lectura basada en una serie de criterios que hemos seguido para proponer el siguiente orden en la secuencia y que ahora pasamos a explicar.

En primer lugar y casi a modo de obertura Dolores Vilavedra plantea en su artículo la voluntad y necesidad de ahondar a un nivel teórico en el sentido de analizar todos estos textos narrativos o fílmicos que tratan temas relacionados con la Guerra Civil. La autora atribuye a estos textos narrativos y fílmicos un valor socio-político importante, al mismo tiempo que pondrían de manifiesto la configuración moral de la sociedad española actual en cuanto a su manera de tratar el pasado. De esta manera, Dolores Vilavedra reclama para el crítico las mismas motivaciones que las que llevaron a la generación de escritores que se encuadran bajo la denominación de hijos de la guerra a tratar el tema de la memoria histórica, es decir, reclama para los trabajos científicos un compromiso ético y político. Tras una revisión diacrónica del tema de la Guerra Civil en la narrativa gallega, la autora alude a las razones por las cuales las obras de Manuel Rivas han marcado un punto de inflexión en el tema de la memoria histórica y han tenido tanto éxito en el panorama narrativo actual. La autora destaca la importante función social de las obras de Rivas en cuanto a la difusión de nuestra memoria cultural y también el hecho de haber potenciado una nueva forma de entender la identidad gallega, principalmente integradora. De esta manera, Dolores Vilavedra hace alusión a la propuesta conciliadora de Rivas el cual ha dejado de lado el sempiterno maniqueísmo que impregnó desde siempre el tema de la memoria histórica. Al mismo tiempo, señala el protagonismo de lo sentimental que ha facilitado el camino hacia un amplio consenso social. Por último, Dolores Vilavedra pasa a analizar las diferentes obras de Rivas y va poniendo de manifiesto cómo estas corren paralelas a la sociedad que, a su vez, pasa por toda una serie de etapas en el proceso de enfrentarse con su más reciente pasado. De esta manera, se nos va poniendo de manifiesto el compromiso ético y socio-político de la narrativa rivasiana, proponiendo así Dolores Vilavedra la denominación de ‘lugares de memoria’ para los libros del autor gallego debido precisamente a esta función social integradora que estos llevan a cabo en la Galicia pero también en la España de hoy.

Teniendo en cuenta lo que ha dicho el mismo Rivas en cuanto a su manera de escribir, es decir, que lo hace en círculos concéntricos, aludiendo con esto al hecho de que cuando acaba un libro, no acaba la historia, vemos que Rosamna Pardellas se ha centrado en su artículo en la obra cuentística de Manuel Rivas para tratar el tema de la memoria histórica aludiendo a la importancia de los cuentos, dado que muchos de ellos son el verdadero embrión de obras posteriores que se han convertido en verdaderos estandartes del tema de la memoria. De esta manera, en relación a los cuentos y a sus novelas posteriores hablaríamos de esos círculos concéntricos a los cuales aludía el mismo Rivas, dado que muchos de los personajes, historias, temas y motivos que ya aparecen en los cuentos se re-crean, se reinventan y vuelven a cobrar vida en obras posteriores. De esta manera, la autora nos pone de manifiesto que ya en los cuentos nos encontramos con una reflexión continuada sobre el tema de la memoria. Para este cometido, Rosamna Pardellas efectúa un rastreo sumamente pormenorizado de los diferentes tipos de memoria que nos encontramos en los cuentos de Rivas. De un modo global podemos decir que partimos de una memoria individual, íntima y autobiográfica para acabar en una memoria de tipo colectivo. Por otra parte, es interesante comprobar cómo en la obra cuentística rivasiana la memoria se presenta sujeta a las características propias de este género, es decir, fragmentada y breve, tal y como aparece señalado por la autora. En una segunda parte de su artículo, Rosamna Pardellas se centra en el análisis del término memoria histórica en sí en su obra cuentística. De esta manera, vemos como el desarrollo del término en los diferentes cuentos irá parejo al desarrollo político-social que se irá produciendo en España desde la muerte de Franco: de un silenciamiento (Un millón de vacas, 1989) pasamos a una intensificación del término (¿Qué me quieres amor?, 1995). De lo que se trata es de recordar lo olvidado por la historiografía oficial. Ya en su obra cuentística tenemos que Rivas quiere mostrar lo sentimental y lo afectivo de la guerra. Tal y como él mismo ha dicho, lo importante no es la guerra sino las personas y lo que les sucede. También en los cuentos Rivas da la palabra a los vencidos, a los que nunca la tuvieron. El autor gallego nos quiere poner de manifiesto la memoria no escrita de la Galicia progresista. En la parte final de su artículo Rosamna Pardellas alude a la creación de una memoria cultural gallega que, a su vez, es creadora de una identidad y también de una Galicia mítica real en la que podamos vivir y sentirnos en casa.

Si hablamos de una Galicia mítica pasamos a la contribución de Frauke Bode que se centra en el papel de lo fantástico en la narrativa de Manuel Rivas con respecto a la memoria cultural de un hecho tan traumático como lo fue la Guerra Civil. Frauke Bode toca uno de los puntos neurálgicos en torno a lo que es el tema de la memoria histórica, es decir, partiendo de un suceso tan traumático como fue, en este caso, la Guerra Civil se busca un sentido en el pasado al mismo tiempo que se indaga en la relación que esta búsqueda establece con el presente y todo esto a través del modo fantástico. Para abordar el análisis del modo fantástico dentro de lo que es la idiosincrasia de la memoria histórica, la presente contribución se centra en las siguientes obras: En salvaje compañía, El lápiz del carpintero y Los libros arden mal. En íntima relación a lo dicho hasta ahora, ha sido el mismo Rivas el que ha afirmado que la literatura abarca todas las dimensiones de la realidad, es decir, cuentos, leyendas, la imaginación, y que toda construcción ficticia está amarrada a puntos de la realidad. De este modo, Frauke Bode parte de la hipótesis de que lo real maravilloso gallego nos brinda una estructura particularmente apta para tratar el tema de la reconstrucción de la memoria de la Guerra Civil. Por una parte, tenemos que el modo fantástico o maravilloso se hace particularmente apto para la narración de un trauma dado que el contexto literario puede proporcionar un espacio mítico en el que los muertos puedan volver y en el que sea posible una tentativa de reconciliación. Por otra parte, y a un nivel estructural, tendríamos que estos modos, lo fantástico o maravilloso ofrecen el espacio adecuado para hablar de los muertos y así mostrar la influencia del pasado en el presente. De esta manera, se puede recuperar lo negado u olvidado oficialmente.

Las dos siguientes contribuciones se centran en lo que en su momento constituyó uno de los rasgos más novedosos dentro de lo que es el tratamiento del tema de la memoria histórica: el discurso oral. Mariela Sánchez se centra en dos obras: Os libros arden mal y A voces baixas para tratar el tema del discurso oral en la obra rivasiana y también lo hace a un nivel más global, es decir, en otros textos de la narrativa actual. Así, se destaca el hecho de haberle cedido la palabra a sectores de la población que hasta el momento habían sido conminados al silencio. De esta manera, Mariela Sánchez va analizando toda una serie de cuestiones y términos teóricos relacionados con el recurso de la transmisión oral, tales como es el tema y problemática de las generaciones (la transmisión inter-generacional) que, a su vez, nos llevan a conceptos teóricos tales como son la memoria comunicativa y la memoria cultural. Así que mientras la autora en Os libros arden mal se hace eco de tres ejemplos para poner de manifiesto cómo el código fónico se inserta en un registro gráfico y en los tres se pone de manifiesto el diálogo entre las diferentes generaciones, en As voces baixas la autora analiza también el recurso de la oralidad pero centrándose en el uso de la primera persona del singular y así se tematiza el uso de esta primera persona del singular en un ámbito eminentemente familiar, es decir, se saca así a la luz de una forma coral la memoria de otras voces encuadradas en el espacio de la familia.

Anna Lammers centra también su análisis de la reconstrucción de la memoria de la Guerra Civil y del franquismo en el núcleo familiar. La autora focaliza su análisis en Los libros arden mal; dentro de esta obra, en la historia de dos familias antagonistas que representarán la memoria oficial y la memoria reprimida y marginalizada respectivamente. Anna Lammers se plantea la cuestión de si existe una memoria colectiva familiar y al respecto, se analizarán también los lieux de mémoire como objetos semióticos de la memoria familiar. Para este cometido, la autora encuadra su análisis bajo el auspicio del marco teórico desarrollado por Maurice Halbwachs en cuanto al concepto teórico de la memoria colectiva desarrollado en las ciencias sociales y culturales y profundizado a lo largo del tiempo por Pierre Nora con los lieux de mémoire y Aleida Assmann que es la que distingue entre memoria comunicativa y memoria cultural. De este modo, la autora aplicará toda la red de conceptos teóricos que definen el tema de la memoria al ámbito familiar. Entre los lieux de memoire destacamos “as figuras da auga” como representantes de las memorias violadas y silenciadas. Así se procede al estudio y análisis de la memoria familiar a través de diferentes enfoques, personas, textos y mitos que articulan la estructuración de los recuerdos individuales dentro de lo que es el ámbito familiar.

Por último, nos encontramos con dos artículos que se erigen en sendos estudios comparativos. Mechthild Albert lleva a cabo un análisis comparativo entre Los libros arden mal de Manuel Rivas y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Raquel Macciuci nos presenta un estudio interdisciplinar y multimedial entre literatura y cine.

Si La II República fue sinónimo de progreso, educación y libertad, aludimos nuevamente a lo afirmado por el mismo autor en una de las múltiples entrevistas concedidas, en la que afirmaba que la Guerra Civil fue una derrota de la humanidad y que constituyó la historia dramática de la cultura a la par que supuso la imposibilidad de construir otro mundo. De esta forma, si el mismo Rivas ha dicho que Los libros arden mal empieza con el desasosiego de ver qué sucede con la cultura en situaciones límite, Mechthild Albert nos presenta un estudio comparativo entre dos novelas que lo ponen de manifiesto: Los libros arden mal y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury centrada también en la quema de libros. Así partiendo de la quema de libros en la dársena de A Coruña el 18 de agosto de 1936, los puntos tratados por la autora son el fenómeno del antropomorfismo de los libros en este clima de barbarie que se constituye, a su vez, en uno de los fenómenos más característicos de la narrativa rivasiana. Seguidamente trata el fenómeno del biblioclasmo como expresión del totalitarismo en ambas obras. Pero en cuanto al concepto del totalitarismo Mechthild Albert señala las diferencias entre ambos autores, y así como Rivas se refiere al fenómeno histórico del fascismo falangista y de la dictadura nacional- católica, Bradbury construye un régimen distópico a raíz de toda una serie de cambios que se producen en la sociedad moderna. En el siguiente epígrafe la autora se centra a un nivel más teórico en el fenómeno del bibliocasmo al mismo tiempo que va desentrañando lo paradójico de este fenómeno al destacar que los ataques más virulentos al libro a menudo vienen de la propia cultura la cual, en un momento dado, en lugar de defender las lettera humana acaba encabezando la barbarie. Seguidamente Mechthilld Albert nos pone de manifiesto los movimientos subversivos que surgen en ambas novelas en pos de la cultura: las cerilleras sindicalistas en Los libros arden mal y un grupo de catedráticos de humanidades en Fahrenheit 451. Para terminar, la autora de este artículo nos da cuenta del importante papel desempeñado por la Biblia en ambas obras. Así en la obra de Rivas la Biblia de Borrows sobrevive y queda como portadora de la memoria colectiva de la memoria reprimida de la ciudad según la interpretación de Javier Gómez- Montero. En Fahrenheit 451 vemos como la narración del apocalipsis va a dominar el final de la obra. Como conclusión final se nos presenta la ambigüedad o paradoja existente entre la adoración y aversión hacia los libros.

Cuando termina la dictadura en España, empieza en Argentina. De un modo análogo, Raquel Macciuci empieza su artículo analizando dos obras de Manuel Rivas y termina su análisis con el estudio de una novela y película argentinas. Del mismo modo en el artículo de Raquel Macciuci se nos pondrán de manifiesto algunas de las cosas dichas por el autor gallego en una de las múltiples entrevistas que ha concedido con motivo de la publicación de su última novela El último día de Terranova (2015). En esta Manuel Rivas refiriéndose a la condición humana aludía al hecho que estamos habitados por varios seres y que por esto no le gustan los cuadrados, que somos tambaleantes y frágiles, lo que de alguna manera se nos pone de manifiesto en el estudio de Raquel Macciuci en lo que se refiere a las diferentes reacciones y comportamientos humanos ante una situación límite. De este modo, Raquel Macciuci nos presenta un estudio intermediar entre literatura y cine. Por una parte analizará las obras: La lengua de las mariposas y El lápiz del carpintero pero teniendo también en cuenta en su análisis las dos películas que se hicieron con motivo de las dos obras mencionadas. Por otra parte, el presente análisis se completa y alarga con el estudio de una novela La pregunta de sus ojos (2005) del escritor argentino Eduardo Sacheri y la película que se hizo al respecto El secreto de sus ojos (2009) de José Campanella, en el que asistimos a un profundo análisis sobre los diáfanos límites entre el bien y el mal y el cambio de papeles entre víctima y verdugo. Raquel Macciuci lleva a cabo una profunda reflexión sobre la conducta humana en circunstancias límite tales como lo es el escenario de una guerra desde el punto de vista de la víctima y el victimario ahondando de este modo en la psicología de los diferentes personajes y en sus respectivos comportamientos en el marco de una situación de violencia, represión y odio. A raíz de este entorno en el que se mueven los personajes saldrán al paso términos o conceptos que serán analizados en profundidad tales como delito, castigo e impunidad. Todo este análisis se sustenta sobre el concepto teórico de zona gris acuñado por Primo Levi en su obra Lo que queda de Auschwitz en la que cuenta su historia como deportado en el mencionado campo de concentración.

 

 

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